Los Proyectos, las Personas y el Cambio

21 de julio de 2015

Un plan de gestión del cambio se planifica en base a un análisis y evaluación de la capacidad de la organización para asumir los cambios y de la magnitud del cambio; no todos necesitan lo mismo, el caso de la implantación de una herramienta tecnológica nada tiene nada que ver con un cambio organizacional, aunque hay elementos en la gestión que ambos comparten.


Las organizaciones a través de su estrategia empresarial justifican un cambio para alcanzar objetivos, es decir, obtener beneficio y rentabilidad a los proyectos que se ponen en marcha. En la mayoría por no decir todos recaerá en las personas que forman parte de la organización. Iniciar un proyecto de cambio implica precisamente eso, "ponerse en los zapatos" de quien trabaja el día a día, a quien afectará.  
En algunos casos, la necesidad, la urgencia son determinantes y causa de fracaso en un proyecto porque, no se toma en cuenta el verdadero valor que supone la adaptación de las personas hacia lo nuevo. 


Por lo general, se entiende que un “plan de formación” basta para gestionar el cambio sin importar nada más. Ante este pensamiento,  cualquier proceso de gestión del cambio queda relegado a nada, no se le da importancia por la falta de entendimiento del concepto, significado y de los beneficios que una buena gestión del cambio integrada a un proyecto que lo necesite puede reportar, si se entiende colaborativo. 

En un proyecto de diseño e implantación de una herramienta tecnológica, el plan de gestión del cambio estaría alineado a  las fases del proyecto técnico hasta la implantación, es decir, cada uno tendrá sus actividades en cada proceso, así, en el caso del proyecto de gestión del cambio,  las interacciones con las personas afectadas tendrían más importancia en unas fases que en otras, pero estas, alineadas a lo largo del tiempo del proyecto e incluso más. Por qué? Cuanto más tiempo de adaptación y conocimiento se necesite hacia lo nuevo sin la ayuda de actividades del cambio en tiempo y forma, más pérdida de productividad generará y más tiempo se necesitará para alcanzar la rentabilidad de la inversión que se ha hecho en el proyecto de diseño e implantación en este caso.

Preparar, informar, formar, involucrar, motivar, controlar pérdidas, resistencias, reacciones, riesgos, etc. de las personas afectadas, forma parte de un proyecto de gestión del cambio; su cometido no es otro que trabajar con las personas afectadas para anticipar y prevenir los riesgos asociados al nuevo cambio una vez que un proyecto se ha ejecutado y amortizarlo empieza a contar. 

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